Cuando se acredita que la adopción de tal régimen genera un perjuicio para el menor, que pude ser de diferente índole (personal, económico, psicológico etc.).
Para determinar si existe, la prueba principal suele consistir en una prueba pericial con cargo al equipo psicosocial adscrito al juzgado de familia. En situaciones como esta, la figura de un abogado de divorcios resulta fundamental, ya que nos resolverá las dudas y nos indicará los pasos a dar.